lunes, 31 de diciembre de 2007

Propósitos a incumplir

Quedan unas diez horas para que termine el año y acabo de darme cuenta de que todavía no he hecho una lista de buenos propósitos para el 2008.

¡Horror! ¿Cómo podré saber entonces a finales del año que viene si habré logrado una vez más incumplirlos todos?

Como diría la Guía del autoestopista galáctico: Don't Panic! Todavía hay tiempo para improvisar una pequeña lista con la que poder salir del apuro.

Allá vamos:
  • El objetivo más gordo del año es correr (y terminar, ya que estamos) mi primera maratón. El 27 de abril está marcado en mi calendario con un gran círculo rojo. Ese día se celebra la Maratón de Madrid. Sólo me falta convencer a Nacho para no tener que ir solo ;-)
  • Quiero leer más. Hace no mucho engullía más de sesenta libros al año. De un tiempo a esta parte me doy con un canto en los dientes si llego a la treintena. A ser posible, leer más divulgación científica. Esos libros me resultan mucho más útiles para mi afición de acumular conocimientos inútiles.
  • Me encantaría de veras poder jugar alguna vez una partidilla de rol. Nada serio, por los viejos tiempos más que nada... David, ve desempolvando tu manual de Aquelarre ;-)
  • Poder obviar el incómodo dato de que apenas utilizo la mayoría de mis juegos de mesa para así poder seguir acumulando sin demasiados remordimientos títulos nuevos que vayan combando poco a poco las baldas de mi estantería... Poder estrenar el Die Macher es otro propósito que también encajaría en este punto.
  • Volver a ser borde. El propósito estrella del año que termina fue ser más simpático. Los resultados no me han convencido en absoluto. Volveré a ser cínico, descreído, huraño y taciturno... Si es que alguna vez dejé de serlo :P

Y ya está. En un momentín he hecho mi pequeña lista de cinco puntos. Dentro de un año nos vemos aquí para ver cuántos he logrado incumplir.

A simple vista me parece que el único que seguro voy a lograr es el último ;-)

¡Feliz año!

jueves, 20 de diciembre de 2007

Primera conversación de bar

Por fin he colgado mi primera contribución al nuevo blog comunitario que comparto con David y Nacho.

Escribí originalmente ese post hará cosa de un par de años y acabo de rescatarlo de un oscuro rincón de la red.

Con todos ustedes: Cuando el séptimo arte tocó techo.

Qué mejor manera de empezar en un nuevo blog que hablando de Batman Fofo...

jueves, 13 de diciembre de 2007

Malas noticias desde el Mundodisco

Terry Pratchett acaba de anunciar en un comunicado que sufre Alzheimer.

Fiel a su condición de escritor prolífico (la saga de Mundodisco va ya por las 36 novelas) ha declarado que esto no interrumpe ni la preparación de su próxima novela ni la toma de notas para la posterior.

En dicho comunicado dice a sus fans, en un alarde de optimismo que da escalofríos, que cree que todavía hay tiempo para unos cuantos libros más.

El Alzheimer siempre me ha parecido una de las enfermedades más crueles que puede sufrir un ser humano. Te arrebata todo lo que has sido. En el caso particular de alguien que ha basado su vida en la imaginación y el ingenio me parece, si cabe, un poquito más cruel.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Nuevo repositorio de frikadas en la blogocosa

Pasando por alto el pequeño detalle de que sólo nos leemos entre nosotros, David, Nacho y un servidor hemos decidido abrir un blog comunitario para ver si así somos capaces de mantener un ritmo de publicación semi-decente.

No os preocupéis, fiel público (si es que me lee alguien que no sean mis dos nuevos compis), seguiré escribiendo aquí :P Los posts sobre vicio y subcultura serán para el blog nuevo, las demás tonterías seguirán apareciendo aquí.

Podéis acceder a este nuevo faro que pasará a alumbrar vuestras vidas en:
Conversaciones de Bar

martes, 11 de diciembre de 2007

La utilidad de lo aparentemente inútil

Hoy he tenido que pasar por uno de los trances que aterran a más de uno: hablar en público.

Ahí estábamos mi compañera a la que no conocía de nada y yo delante de un aula llena de gente a la que en su mayoría tampoco conocíamos de nada, teniendo que hablar durante media hora de un tema tan apasionante como la historia empresarial de Apple en los diez años que van de 1995 a 2005.

Hablar en público, proyectar la voz, improvisar cuando sea necesario y demás aptitudes que nunca antes había practicado... ¿O sí?

Porque a fin de cuentas, ¿hay tanta diferencia entre hacer una presentación y dirigir una partida de rol? En el fondo guardan un cierto parecido, así que al final las horas que me he pasado tras la pantalla guiando a mis amigos por los caminos de Rokugan o las calles de Barnacity no han sido una absoluta pérdida de tiempo.

A ver cómo se lo explico a mi señor padre...

miércoles, 5 de diciembre de 2007

La frase del día


"Me da más miedo morir que cumplir años"

Asun, aferrándose a la vida.

sábado, 1 de diciembre de 2007

Un día en las carreras

Cuando el despertador sonó este sábado a las nueve de la mañana el primer pensamiento que me vino a la cabeza nada más abrir los ojos fue algo así como "no me puedo creer que haya vuelto a salir la noche antes de una carrera..."

Definitivamente, el salir de farra (ligerita, eso sí) la noche antes de una popular se ha convertido en una costumbre a la que sólo he fallado una vez. Aunque la verdad es que en esa única excepción la razón principal de irme temprano a la cama no fue el estar descansado al día siguiente sino más bien el poder escapar fácilmente de un plan que no me apetecía un carallo, pero ésa ya es otra historia.

Estoy divagando. En fin, a lo que iba.

Normalmente las carreras populares suelen empezar escasos minutos después del amanecer, cuando todavía puedes ver a los operarios municipales dando los últimos retoques a las calles que acaban de ser puestas una nueva mañana. Pero en este caso el evento no empezaba hasta más allá del mediodía, por lo que pude dedicar las primeras horas del día a intentar hacer algo de provecho con mi tiempo. Desgraciadamente esas buenas intenciones terminaron sufriendo el que es su destino habitual: ser miserablemente incumplidas. Daba igual la atención que me empeñase en prestar a mis apuntes, mi cabeza estaba ya inquieta pensando en mi debut en el submundo del cross.

Visto que la planeada mañana de estudio no iba a dar los frutos que ingenuamente me había imaginado que daría, decidí enfundarme en mi disfraz de corredor e ir bajando a la uni para empezar a pulsar el ambiente.

Si nunca habéis estado en una carrera popular debéis saber que os estáis perdiendo una realidad alternativa que a mí todavía me sigue sorprendiendo. Da igual la hora que sea, el tipo de recorrido, la distancia, el tiempo que haga, etc. Siempre va a haber gente. Mucha gente. Y da exactamente igual lo temprano que llegues. Siempre habrá una recua de corredores que lleven ahí desde vaya usted a saber cuándo.

Una de las cosas que más me llama la atención es la variedad de gente que te encuentras. Desde el corredor prototípico, equipado con la última tecnología en gadgets para runners (fácilmente reconocibles porque normalmente llevan una camiseta conmemorativa de alguna carrera anterior), hasta el que parece que no sabe muy bien qué hace ahí (estos se reconocen por llevar las primeras bermudas que han encontrado en un armario y como mínimo una prenda que haga propaganda de alguna bebida alcohólica), pasando por la familia al completo que viene a animar a papá o a mamá o por los uniformados grupos de amigos pertenecientes a algún club. Sin olvidarnos también del mítico vejete que jamás te esperarías que se apuntase a una locura de éstas. Todavía tengo grabado en la retina al señor de unos sesenta añazos, todo canoso él, al que adelanté en el ¡kilómetro siete! de la Carrera del CSIC de este año.

Una vez curioseado el ambiente, toca aprovechar la carrera de las chicas para calentar y estirar un poquito. Aquí las categorías masculina y femenina no se disputaban a la vez, así que la técnica de carrera de Nacho (que tengo que reconocer que me ayudó bastante en los dos últimos kilómetros del CSIC) no es viable. Que explique él si quiere su teoría en los comentarios, la tiene bastante depurada :P

Cuando terminó la última participante femenina llegó la hora de la verdad y el que es para mí el momento más estresante de toda carrera. Hay que coger sitio en la salida. En el mejor de los mundos la gente se colocaría en un lugar que se correspondiese aproximadamente con su ritmo de carrera planeado, pero la realidad es más dura. Todo el mundo quiere ponerse lo más adelante posible. Así que una vez dado el pistoletazo de salida que marcaba el inicio de los seis kilómetros de carrera, te ves dando una vuelta a la pista de atletismo esquivando como buenamente puedes a los que van más lento que tú e intentando no molestar a quienes te adelantan.

La vuelta a la pista es un mero trámite antes de echarnos al monte, que es a lo que a fin de cuentas hemos venido.



En la foto de arriba se puede apreciar mi cara de circunstancias al encontrarme con un pedazo terraplén a los pocos metros de empezar el recorrido de campo a través. En ese preciso momento me atormentaban dos pensamientos:
  • ¿De verdad pretenden que baje por ahí?

  • Me cagho no mundo, dentro de unos cinco kilómetros habrá que subir esta misma cuesta


Una vez superada esa señora cuesta abajo había que dar un par de vueltas a un circuito (bastante bonito si no fuera por las obras, la verdad) que no tenía ninguna dificultad especial. Lo más curioso ocurrió ya en el kilómetro cinco, cuando tuvimos que atravesar un rebaño de cabras y ovejas que pastaban tan tranquilas en pleno trazado.

Tras esa bucólica estampa llegaba el inevitable momento en el que había que enfrentarse a La Cuesta de la que muchos hablaban antes de empezar la carrera. Lo cierto es que el repechito se las traía, pero los kilómetros de trail por los montes que separan este pueblo de Quijorna que he acumulado en las piernas en los últimos tiempos son suficientes como para que una subida corta, por muy jodida que sea, no me dé demasiado miedo.

Así que me puse a ello. Mirada fija en el final de la cuesta, brazos marcando el ritmo, indiferencia total ante las quejas del pulsómetro y en la cabeza una vocecilla repitiendo una y otra vez el mantra "el dolor es debilidad abandonando el cuerpo". Nótese en la foto siguiente la cara de velocidad que llevo gracias a este método ;-)



Escasos metros después de la cuesta estaba ya la línea de meta. Paré el cronómetro en unos aceptables 23'57'' y me dispuse a disfrutar de la clásica rapiña del avituallamiento post-carrera. Aunque, para qué engañarnos, no había demasiado que rapiñar...

Para ir terminando ya, que van siendo horas de acostarse: éste ha sido mi primer cross y tengo que reconocer que me ha gustado bastante. En un principio era un poco reticente porque prefiero distancias más largas, pero me lo he pasado como un enano dando chimpos por el monte. No descarto repetir en alguna de las próximas pruebas del calendario que se celebren en algún sitio que me pille a mano.

Nota: Fotos cortesía de Víctor P., que ha subido a Picasa más de giga y medio de imágenes de la carrera

miércoles, 28 de noviembre de 2007

We're back, baby!

Eso es lo que grita Bender mientras hace un poweslide, como sólo K.G. puede enseñar a hacer, para celebrar que la tripulación del Planet Express vuelve al aire.

Futurama: Bender's Big Score es una película que nunca debería haber existido, porque lo inútiles de la cadena nunca debieron haberla cancelado.

Es precisamente contra esos estúpidos ejecutivos contra quienes, en un inicio verdaderamente antológico, primero se descarga la mala baba que siempre ha tenido Futurama. Los encargados de la serie quieren dejar perfectamente claro (y lo consiguen) que nunca se fueron por gusto y que todavía quedaba mucho universo Futurama por explorar. It won't just stay dead!, dice en esta ocasión la clásica tagline del opening.

Me ha encantado volver a poder disfrutar de Futurama. La película me ha parecido muy buena aunque no puedo ser demasiado objetivo cuando la primera frase de Bender es 'Servesa, por favour', desde ese mismo instante estaba condenado a adorarla.

El argumento principal de la historia son los viajes en el tiempo y las paradojas que éstos pueden llegar a provocar, algo ya recurrente en la serie original. Pero en esta ocasión, al disponer de más metraje que en un capítulo normal, los viajes y las paradojas pueden ser mucho más enrevesados.

No quiero contar más. Lo mejor es que si sois fans de la serie la disfrutéis cuanto antes. Sólo en ese momento seréis conscientes cuánto habéis echado de menos a Bender, a Zoidberg (mi alter ego, según alguno), a Fry, al profesor Farnsworth...

En cuanto la editen en DVD por estos lares me hago con una copia. ¡La necesito en mi videoteca!

viernes, 23 de noviembre de 2007

¿Sueñan los frikis con películas reestrenadas?

Pues sí, para qué negarlo...

Por fin he podido disfrutar de mi película favorita en todo su esplendor. Pantalla inmensa, cómodo butacón y palomitas rancias injustificablemente caras. Lo que viene siendo ir al cine...

Estos días se puede ver Blade Runner en varios cines por vaya usted a saber qué extraña razón. Lo mismo me da que sea por el 25º aniversario del estreno original, o por promocionar el lanzamiento de las chorrocientas mil versiones diferentes de la película en DVD o como revancha personal de Ridley Scott (ese director de quien Gasset dijo con toda la razón del mundo que no es que sea irregular, sino que simplemente es malo) contra la humanidad en general por no haber sabido apreciar la película en el momento de su estreno... Éche o mesmo, o sea, whatever...

El caso es que aquéllos que en 1982 no pudimos disfrutar de esta joya en en una sala de cine bien por ser demasiado jóvenes, bien por tener una venda en los ojos que nos impidiera reconocer una obra maestra aún cuando ésta estuviera delante de nuestras narices, hemos sido agasajados con una nueva oportunidad para poder gozar esta maravilla del cine negro (que no ciencia ficción, señora) en la gran pantalla.

La versión estrenada ahora es el enésimo montaje (he perdido la cuenta ya de cuántos van), con imagen restaurada y en versión original subtitulada para poder apreciar en su magna extensión el acentazo holandés de Rutger Hauer. Este montaje, titulado The Final Cut (¿"final"?, ¿por qué mienten?), es a grandes rasgos el Director's Cut del año 1992 sometido a un lavado de cara con mínimas variaciones. No hay voz en off, aparece la controvertida secuencia onírica de Deckard soñando con un unicornio y el final no es el que se vio en los cines en 1982.

En mi humilde opinión el montaje del director es bastante mejor que la chapuza que se estrenó originalmente en los cines. Sí, he dicho chapuza. Brillante y genial, pero una chapuza al fin y al cabo. Cualquiera que conozca mínimamente la historia que hay tras esta película estará de acuerdo con esto. El guión se cambiaba constantemente, el equipo odiaba al director, los protagonistas se odiaban entre sí, la voz en off se introdujo con calzador narrada desganadamente por un Harrison Ford totalmente hastiado del proyecto, un final improvisado tras las malas críticas de los pases previos.. Es increíble que de ahí saliera nada bueno.

El montaje del director corregía muchos de esos errores. Eliminó la odiosa voz en off que acribillaba al espectador con explicaciones innecesarias, tratándole como un idiota. Además al eliminar la voz en off la película es mucho más silenciosa, parca en palabras, con lo que se consigue que el ambiente sea aún más opresivo, inquietante y (últimamente utilizo demasiado esta palabra) sórdido. Pero principalmente descartó ese ñoño final que tan poco pegaba con la historia y que te dejaba en el cuerpo una sensación de "aquí hay algo que no encaja".

En fin, una ocasión que los fans de Blade Runner no podemos dejar pasar. Siempre es un privilegio el poder disfrutar de tu película favorita en una sala de cine. Yo, desde luego, salí encantado. Incluso volvería a verla un día de estos si mi cartera no estuviese al borde de la muerte...

jueves, 22 de noviembre de 2007

I Cross Universidad Alfonso X el Sabio

La Universidad Alfonso X debuta el próximo día 1 de diciembre como organizadora de un cross perteneciente al circuito de los Campeonatos Universitarios de Madrid.


Una distancia de seis kilómetros para los chicos y poco más de tres y medio para las chicas. Salida a mediodía desde las pistas de atletismo de la Uni. Del recorrido no sé nada. Lo único que he leído por ahí es que se supone que no hay ni un centímetro de asfalto en esos seis kilómetros, con lo cual los posibles trayectos se reducen bastante...

A ver si consigo liar a Mariguano para correr este cross, que de la Carrera del CSIC y la de Canillejas ya se ha escapado de rositas ;-)

Desde que terminó por delante de mí en la Madrid 5K del año pasado no ha querido concederme la revancha a pesar de habérsela solicitado en innumerables ocasiones. Cobarde... :P

martes, 20 de noviembre de 2007

El miedo

Firmin, de Sam Savage, es un libro en el que, en cuanto leí su sinopsis, me vi obligado a gastar los últimos quince euros que quedaban en mi bolsillo un sábado a la tarde en la Fnac. Y por las páginas que he leído hasta ahora parece que ha sido un dinero bien invertido. Es una declaración de amor a la lectura en toda regla, con frases y párrafos destinados a convertirse en algo mítico.

Si hay algo para lo que resulte útil una formación literaria, es para dotarlo a uno de un sentido de la catástrofe. No hay nada como una imaginación vívida para desvitalizarle a uno el valor. Leí el diario de Anna Frank, me convertí en Anna Frank. Los demás, en cambio, tenían sus momentos de gran terror, se escondían por los rincones, sudaban de miedo, pero tan pronto como pasaba el peligro ya era como si nunca hubiese existido, y seguían triscando por ahí, tan contentos. Tan contentos, hasta que alguien los aplastaba o los envenenaba o les rompía el cuello con una barra de hierro. Yo, por mi parte, he vivido más que todos ellos y, a cambio, he muerto mil muertes distintas. Me he movido por la existencia dejando en pos un rastro de miedo, como un caracol. Cuando muera de verdad, será un aburrimiento.


El protagonista que da título al libro es una rata (culta y por lo tanto solitaria) que habita en el sótano de una librería de Boston. Aprende a leer comiendo libros y poco a poco va cambiando la bibliofagia por bibliofilia...

Una novela que a medio leer promete mucho. Espero que no decaiga.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Cómo conocí a vuestra madre

Cómo conocí a vuestra madre es una sitcom llamada a ocupar el vacío dejado por Friends, ahí es nada. Y es que los parecidos entre ambas series son bastante abundantes: están ambientadas en Nueva York, los protagonistas son un grupo de amigos que rondan los treinta años, apenas sabemos nada de sus trabajos, da la sensación de que se pasan la vida en el bar...



Mi amigo Borch me había hablado bien de ella en varias ocasiones, pero no me decidí a empezar a verla hasta hace un par de semanas. Ahora me doy cabezazos contra la mesa lamentando el tiempo perdido.

Es una serie divertidísima que ha conseguido arrancarme carcajadas en cada uno de los capítulos que he visto hasta el momento y que, por si fuera poco, tiene uno de los mejores personajes secundarios que he visto en mucho tiempo: el le-gen-da-rio y siempre impecablementre trajeado Barney.

¿De qué va? Como toda buena sitcom no va de nada en concreto. El hilo conductor se supone que es un padre narrando a sus hijos en el año 2030 cómo conoció a su mujer veinticinco años atrás. El protagonista, Ted, está obsesionado con conocer a su mujer ideal y casarse cuanto antes, a pesar de los (sabios) consejos en contra del crápula de Barney. Pero eso es poco más que una excusa para poder contarnos las vicisitudes de cinco amigos en ese apasionante tramo de la vida en el que ya eres un adulto y sin embargo huyes, en la medida de lo posible, de todo aquello que implique madurez.

Por cierto, el opening me parece cojonudo. Una joyita de apenas quince segundos que captura perfectamente el espíritu de la serie.

Muy recomendable. Me parece que la ponen en La Sexta, pero en los tiempos que corren hay maneras mucho mejores de disfrutar de una serie...

martes, 13 de noviembre de 2007

Tocando los borbones

Tras la enajenación mental transitoria que sufrí el otro día mi opinión sobre nuestro campechano jefe de estado y sus adláteres vuelve a ser la habitual.

El hecho de que ya haya sentencia contra Guillermo y Manel Fontdevila por el lío que se montó con aquella famosa portada no tiene nada que ver... Es que soy así.



En la web de El Jueves, por cierto, están haciendo un seguimiento del juicio bastante interesante.

En fin, una sentencia tan anacrónica y fuera de lugar como la innecesaria institución cuyo honor se ha pretendido defender con este despropósito.

El marino que perdió la gracia del mar


El marino que perdió la gracia del mar es una breve novela de Yukio Mishima sobre la historia de amor entre una viuda solitaria y un marinero que quiere dejar de serlo, sobre las vicisitudes y la curiosa organización social de un grupo adolescentes devotos de la ultraviolencia, sobre decepciones cuya profundidad es sólo comparable a la velocidad con la que se ha elevado a los altares a los héroes que ahora defraudan, sobre la soledad...

Todo ello narrado con la maestría y sutileza que los autores japoneses, y especialmente Mishima, dominan a la perfección.

Y con un final como pocos, señora.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Aventureros al tren: Europa

Anoche estrenamos la última incorporación que Kenny ha hecho a su ludoteca, el Aventureros al tren: Europa.

Se trata de un Eurogame tremendamente sencillo, ideal para captar a los no-jugones a nuestra secta. Las reglas se explican en menos de cinco minutos y la mecánica del juego se entiende perfectamente en los primeros turnos de partida.

El objetivo del juego es unir mediante líneas férreas diferentes ciudades de la geografía europea. Antes de la partida cada jugador recibe unas cartas de destino que le indicarán una serie de rutas que deberá cubrir antes de finalizar la partida si no quiere ser penalizado.

La calidad de los componentes es bastante buena, en la línea de los demás juegos de Days of Wonder. La verdad es que una vez terminada la partida la visión del mapa de Europa lleno de vagoncitos de plástico es bastante chula :D

El juego es muy ágil y nos gustó bastante a todos. Me produjo la impresión de ser la mejor alternativa, junto con el Carcassonne o el Catán, para introducir a la gente en este divertidísimo submundo de los juegos de mesa.

De hecho al final terminó ganando Asun, la única no-jugona de la mesa :P

Juancarlista por un día

Por primera vez, y sin que sirva de precedente, me he sentido plenamente representado por el Borbón:

Por este año ya ha cumplido, así que si quiere puede ahorrarse el mensaje de Navidad en Nochebuena ;-)

viernes, 9 de noviembre de 2007

Demasiado tiempo libre, vergüenza nula



Con este vídeo me pasa lo mismo que con el final de Akira: no lo entiendo. Los posibles comentarios esclarecedores serán bienvenidos.

Visto en Vis Ludica

lunes, 5 de noviembre de 2007

domingo, 4 de noviembre de 2007

Nueva adquisición

Mi ludoteca crece. Hacía tiempo que quería necesitaba añadir un juego para dos a mi colección, y después de comprobar qué tenían que ofrecerme las tiendas frikis del centro de Madrid (que tampoco era mucho, la verdad) terminé teniendo que decidir entre el Hive y el Catán de cartas. Al final me decanté por el primero, en parte gracias al voto de calidad de Kenny.



Un nombre a tachar de mi sobredimensionada wishlist ;-)

viernes, 2 de noviembre de 2007

Stardust

Esta noche hemos ido al Kinépolis a ver Stardust, la película en cartel a la que le tenía más ganas.

La verdad es que leí la novela hace ya algo más de tres años y apenas recordaba de qué iba. Lo único que no había olvidado por completo era el espíritu de la historia, que me parece que sí se ha respetado en la adaptación al cine.

Por cierto, De Niro sigue empeñado en convertirse a pasos agigantados en una caricatura de sí mismo. Cosa a la que supongo que ayuda en buena medida el doblaje español. Parece que en cualquier momento va a decir lo de "abogaaaaaaaaaaaado"...

Resumiendo, que me ha gustado. Ahora a por Persépolis y Cassandra's Dream.

martes, 30 de octubre de 2007

Plan ocioso para el puente

Ayer Kenny comentó que en el puente podríamos ir a Aventura Amazonia, un parque de aventura que hay en Cercedilla. Se trata básicamente de andar haciendo el cabra de árbol en árbol a unas alturas comprendidas entre los 2 metros de las más bajitas y los 42 metros de las que ya dan un poco de vértigo.



Cuesta unos quince euros y parece ser que es recomendable llamar para reservar. Visto que lo del Museo del Aire queda aplazado sine die hasta que no se dé una conjunción planetaria que obre el milagro espacio-temporal de juntarnos a todos dentro de la misma provincia en un mismo fin de semana, ésta puede ser una opción interesante.

¿Se apunta alguien?

lunes, 29 de octubre de 2007

Chupipandis no, gracias

Estando como están las cosas en el claustrofóbico mundo donde me encuentro atrapado, no está de más recordar este pequeño fragmento del libro La inteligencia fracasada. Teoría y práctica de la estupidez, del filósofo José Antonio Marina:

Vayamos paso a paso. ¿Qué entiendo por inteligencia social, comunitaria, compartida, o como prefiera llamarla? No se trata de la inteligencia que se ocupa de las relaciones sociales, sino de la inteligencia que surge de ellas. Es, podríamos decir, una inteligencia conversacional. Cuando dos personas hablan, cada una aporta sus saberes, su capacidad, su brillantez, pero la conversación no es la suma de ambas. La interacción las aumenta o las deprime. Todos hemos experimentado que ciertas relaciones despiertan en nosotros mayor ánimo, se nos ocurren más cosas, desplegamos perspicacias insospechadas. En otras ocasiones, por el contrario, salimos del trato con los humanos deprimidos, idiotizados. La conversación ha ido resbalando hacia la mediocridad, el cotilleo, la rutina. Nos ha empequeñecido a todos. Soy el mismo en ambas ocasiones, pero una de ellas ha activado lo mejor que había en mí y otra lo peor. Ortega dijo una frase que ha tenido una fortuna demediada, porque sólo se ha hecho popular una mitad y la otra pasó desapercibida. "Yo soy yo y mi circunstancia" es la mitad exitosa. "Y si no salvo mi circunstancia, no me salvo yo", es la mitad más importante, pero olvidada.


Una gran verdad. El tiempo es demasiado escaso como para dilapidarlo soportando a gente que nada te aporta y a la que tú tampoco aportas nada.

Ociosidad, momentos disolutos, noches de juerga y demás actos licenciosos son para compartir con gente a la que de verdad aprecias. Sólo así se disfrutan como es debido.

En cualquier otro contexto pierden toda la gracia convirtiéndose en un sucedáneo que puede que convenza a alguno.

A mí, desde luego, no.

domingo, 28 de octubre de 2007

Mishima

Aprovechando que el Lérez pasa por Pontevedra y que el libro que está desde ayer en mi mesilla de noche es El marino que perdió la gracia del mar, de Yukio Mishima, voy a intentar esbozar un par de pinceladas sobre la teatral manera que tuvo de vivir (y de morir) de este genial escritor japonés.

A pesar de haber dejado escritas auténticas obras maestras como El rumor del oleaje (alegoría ultranacionalista y fascista de cómo sería su Japón ideal escondida tras la mejor historia de amor con la que jamás me haya cruzado en un libro) o la tetralogía El mar de la fertilidad (que podría considerarse algo así como su corpus ideológico), la fama de Mishima se debe en buena parte a su excéntrica biografía.

Hijo de un funcionario del gobierno, nació en 1925 en Tokio con el nombre de Kimitake Hiraoka. Desde pequeño mostró una serie de aficiones como jugar con las muñecas de sus primas o escribir relatos que su conservador padre desaprobaba al considerar pasatiempos afeminados. Posiblemente el hecho que más marcó a Mishima durante los primeros años de su vida fue el ser rechazado para servir en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial, lo que él consideró como una ocasión perdida de dar su vida por su país y el Emperador. Una vez terminada la guerra se licenció en Derecho e inició una efímera carrera como funcionario que no tardó en abandonar.

Se pudo permitir abandonar la seguridad de una carrera en el funcionariado gracias al abrumador éxito cosechado por su primera novela Confesiones de una máscara, publicada en 1948. Se trataba de una obra con gran carga autobiográfica, en la que un joven fascinado por la violencia y la muerte descubre su homosexualidad, que intenta ocultar al mundo escondiéndose tras una máscara de normalidad. A partir de ahí inició una fecunda carrera que le llevó a estar presente varias veces en las quinielas para el Nobel de literatura aunque al final ese galardón terminó yendo a manos de su mentor, el también genial Yasunari Kawabata.

Ya en la década de los 50 Mishima decide dar un giro a su vida y cambiar a base de sesiones de pesas (que no abandonó en lo que le quedaba de vida) su enclenque cuerpo por uno más musculado que él mismo consideraba "hercúleo". Se cuenta que recibió con gran orgullo la solucitud de los editores de una enciclopedia para añadir una foto suya como ilustración de la entrada sobre el culturismo. Además, combina las palizas en el gimnasio con la práctica de artes marciales, llegando a convertirse en un habilidoso kendoka.

En 1968 forma la Sociedad del Escudo, un grupúsculo paramilitar ultraderechista, que nunca llegó a tener ni un centenar de miembros, cuya función era la de proteger a Japón y a su Emperador (a quien no perdonaba que hubiera renunciado a su divinidad tras la derrota sufrida en la Segunda Guerra Mundial) de los peligros que afrontaba la patria debido a lo que ellos consideraban una peligrosa occidentalización y un abandono de los valores tradicionales nipones.

La Sociedad del Escudo llevó a cabo su primera (y última) acción el 25 de noviembre de 1970. Mishima, acompañado por otros cuatro miembros de su grupo, se atrincheró en un cuartel de las Fuerzas de Autodefensa Japonesas. Había planeado todo con meticulosidad durante largo tiempo. El día anterior había entregado a su editor el último volumen de su tetralogía e incluso tuvo la previsión de dejar un fondo económico para costear la defensa legal de los camaradas que sobreviviesen a la acción.

Una vez se hacen fuertes en el cuartel (con el secuestro incluido de un oficial) convocan a unos ochocientos soldados bajo un balcón desde el que Mishima, ataviado con el uniforme de su sociedad que él mismo ha diseñado, lanza una arenga en la que insta al ejército a dar un golpe de estado que restaurase al Emperador al lugar que se merecía. El discurso sólo recibe burlas y abucheos, y Mishima vuelve al interior listo para cometer seppuku (tradición que años atrás había narrado con escalofriante maestría en su relato Patriotismo) auxiliado por el que según algunos era su amante aquellos días, Masakatsu Morita. La labor de Morita consistía en cortar la cabeza de Mishima para ahorrarle sufrimiento, pero los nervios le traicionaron y a pesar de propinarle varios espadazos en el cuello no fue capaz de decapitarle. Al final tuvo que ser otro miembro del comando, Hiroyasu Koga, quien lo hiciese. Una vez Mishima había muerto, Morita siguió sus pasos también ayudado por Koga.

Esta esperpéntica acción llevó al día siguiente a Mishima a la portada de los periódicos de medio mundo, dándole una proyección mediática a la que jamás hubiese llegado solamente con su obra.

Espero que esta breve semblanza despierte la curiosidad de alguno de vosotros por la obra de este escritor. Si todavía no habéis leído nada suyo os recomendaría encarecidamente la lectura de la ya citada El rumor del oleaje. Es una novelita razonablemente breve que contiene buena parte de las obsesiones de Mishima y que es una verdadera maravilla.

Si has sido capaz de llegar hasta aquí muchas gracias por haber soportado semejante ladrillo. Prometo hablar de algo más ligerito la próxima vez ;-)

sábado, 27 de octubre de 2007

Libertad

Con Jerjes de regreso a Persia tras la derrota sufrida en Salamina, el mando de las tropas persas en Grecia pasó a ser responsabilidad de su primo Mardonio. Éste decide enviar como emisario a Atenas al rey macedonio Alejandro para intentar lograr una alianza entre persas y atenienses que facilitase el dominio asiático sobre los territorios helenos.

Alejandro intenta convencer a los habitantes de Atenas de que su mejor opción es pactar con Jerjes ya que el poderío del rey parece más que humano, tanto que no hay rincón que no alcance su brazo, a lo que los atenienses responden:
En verdad que no se nos caía en olvido cuáles sean, según decíais, las fuerzas del medo, y cuánto doblemente superiores a las nuestras. Así que huelga que nos echéis en cara nuestra inferioridad. Pese a todo, prendados como estamos de la libertad, sacaremos esfuerzo de la debilidad, hasta tanto que no podamos más... La respuesta por tanto que deberéis dar a Mardonio será que le hacemos saber, nosotros los atenienses, que mientras gire el sol por donde al presente gira, nunca jamás pactaremos con Jerjes, a quien eternamente perseguiremos, confiados en la protección de los dioses y los héroes, cuyos templos y estatuas mandó él incendiar...

Prácticamente al mismo tiempo los espartanos enviaron también un mensajero, alarmados ante los rumores sobre una posible alianza entre persas y atenienses. La respuesta que recibieron fue tan contundente como la dada a Alejandro de Macedonia:
Conocéis muy bien nuestra manera de pensar: ni encierra tanto oro en todas sus minas la tierra entera, ni cuenta entre sus regiones alguna ni tan bella ni tan fértil, a trueque de cuyo tesoro y de cuya provincia quisiéramos pasarnos al medo con la infame condición de la esclavitud de la Grecia... Sabed de nuevo ahora que mientras quede vivo un solo ateniense, nadie tiene que temer que se una Atenas con Jerjes...

Lo cuenta Heródoto en su Historia, aunque a mí me ha llegado a través de Kapuściński y sus Viajes con Heródoto, libro que estoy a puntito de terminar y del que supongo que volveré a hablar por aquí.

jueves, 25 de octubre de 2007

Buenos tiempos para la lírica

Mi sensibilidad lírica amenazaba con marchitarse ante la falta de producción de mis poetas de referencia. El silencio de Mamá Ladilla dura ya dos años y no hay novedades a la vista para su proyecto paralelo Engendro.

Cuando la esperanza parecía perdida escuché en el programa de Carlos Herrera (otro gran aficionado a la música de gran carga poética) un temazo que me hizo ver la luz al final del túnel.

El tema en cuestión era Ni una sola parada, genial versión de la canción casi homónima de Paulina Rubio. El preciosismo de su mensaje y las toneladas de talento que había detrás de sus rimas trajeron alegría a mi pobre corazón que esos momentos luchaba por no sucumbir al tedio mientras atravesaba en coche los monótonos paisajes zamoranos que bordean la A-VI.

Abrí bien las orejas para quedarme con el nombre de los sobresalientes juglares que nos habían regalado semejante obra de arte. Se trataba de El Reno Renardo, afortunadísimo nombre artístico bajo el que el trío formado por Zarigüeya, Mapache y Rebeco han puesto patas arriba el panorama musical y poético de este país.

Con himnos como su canción de presentación El Reno Renardo, Cipote Ancho (la sintonía de los dibujos animados de Don Quijote nunca nos volverá a sonar igual), No Quiero Ir al Gym o Yonkis Sobre Ruedas el grupo de Aldea del Arce (Burgos) le ha dicho al mundo que no sólo han venido para quedarse, sino que además están llamados a ocupar un lugar de honor en el olimpo cultural patrio.

Y todo ello por no hablar de la canción que ha catapultado a este trío al estrellato: Camino Moria. Esos cuatro minutos y veintisiete segundos de pura ambrosía sonora son una lección de cómo convertir una canción de unos menosmola como Gabinete Caligari en un clásico instantáneo que perdurará en la memoria colectiva por los siglos de los siglos. Juzgad vosotros mismos:


Si aún no conoces al Reno ya estás tardando. Descárgate el disco ¡YA!

De nada.

Hasta siempre, Cebrián

Me jode que la primera entrada que escriba en este nuevo blog sea una necrología, pero la muerte, esa zorra desconsiderada, nos dejó un poco huérfanos a unos cuantos el pasado sábado cuando decidió arrebatarnos a Juan Antonio Cebrián con tan sólo 41 añitos.

Cebrián era el presentador de La Rosa de los Vientos, un programa mítico en las madrugadas de la radio española. Descubrí La Rosa hará unos cinco años por recomendación de un amigo e inmediatamente quedé cuativado por su inigualable capacidad para narrar hechos históricos. El programa tenía más secciones, cierto, pero lo que nos enganchó a buena parte de sus oyentes fueron esos sensacionales Pasajes de la Historia.

Sus vívidos relatos lograron convertirme en un pequeño apasionado de la historia. Un gran porcentaje de los libros que leo últimamente son ensayos, memorias y biografías de sucesos y personajes históricos. Siempre le estaré agradecido por haberme descubierto una de mis mayores aficiones.

Algunas de sus otras secciones eran también destacables, pero vivían siempre bajo la alargada sombra de los Pasajes. En La Rosa había espacio para el cine, la literatura (me hicieron caso cuando les sugerí que por favor hablasen de Yukio Mishima, lo que me ilusionó como si fuera un niño chico), los cómics, la conspiranoia e incluso la magufada. Todo ello siempre bajo un ambiente distendido y un buen humor que hacía que escuchar el programa fuese una delicia.

El domingo se emitió un homenaje que me he descargado aunque todavía no me he atrevido a escuchar. Sé que me voy a emocionar...

Se le echará de menos. La radio será mucho menos interesante a partir de ahora.

Hasta siempre, maestro.

¡Fuerza y honor!

miércoles, 24 de octubre de 2007

Enésimo retorno

He perdido ya la cuenta de las veces que he abierto un blog. Posiblemente pase ya de la media docena.

El caso es que tarde o temprano, como ahora mismo, termino volviendo.

Tengo que reconocer que llevaba ya un tiempo echando de menos el gritar a los cuatro vientos mis interesantísimas opiniones y mis más que acertadas reflexiones. Así que cuando Aza retomó hace poco su actividad bloguera me dio el pequeño empujón que necesitaba. Cosas de ser hijo único: culo veo, culo quiero :P

A ver cuánto duro esta vez...